El excepcional yacimiento del Bosque Fósil de Verdeña ha permitido describir, con inusual grado de detalle, un acontecimiento catastrófico ocurrido hace más de 300 millones de años que causó la destrucción de un antiguo bosque litoral. Este bosque, que se estaba desarrollando en un ambiente deltaico de escasa pendiente, se vio afectado repentinamente por una súbita y devastadora invasión del mar, provocada supuestamente por el hundimiento brusco de una franja costera del delta. La fuerte corriente de agua debió llevarse toda la vegetación menuda, incluidas las hojas, segando los árboles y dejando solamente las bases y los troncos caídos arrastrados en el sentido de la corriente. Se descarta que el desastre fuera causado por un tsunami al no haber evidencias de corriente de resaca.

En un lento proceso posterior, las arenas donde quedaron grabadas las huellas de este suceso, fueron enterradas por otros sedimentos. Con el aumento de presión se consolidaron y compactaron, dando lugar a la fosilización de los restos vegetales y a la formación de la roca arenisca que hoy vemos. Millones de años después, las fuerzas tectónicas plegaron estos materiales, poniéndolos en posición casi vertical.