El Pinar natural de Velilla subsiste como una auténtica reliquia en la pedregosa umbría de Peña Mayor. Es el último superviviente de aquellas antiguas y extensas masas de pinos que dominaban en la Montaña Palentina tras la última glaciación. Estas fueron cediendo ante el cambio de las condiciones climáticas y especialmente ante el hacha y el fuego, ya que desde la llegada de los pueblos celtas, fueron explotadas para la obtención de madera y pastos.

A través de diversos estudios realizados en turberas de la Montaña Palentina, se ha revelado la presencia de restos de piñas, polen y maderas fósiles, atestiguando que hace unos pocos miles de años, extensos pinares de pino silvestre cubrían buena parte de las actuales zonas de brezal y matorral subalpino, cuando aún no habían llegado las hayas a este territorio. La presencia de algunos topónimos cercanos, como Pino Llano o Pineda, en lugares donde actualmente no hay pinos, también parece confirmar su relativa abundancia en un pasado no tan lejano.